“Yo me lo esperaba, recuerda Clara, pero cuando mi hija me dijo que iba a ser abuela, no podía creerlo. Me deshice en lágrimas, la abracé, la besé y no sé cuántas veces le pregunté si era cierto.”
En efecto, aun cuando esperamos que ese momento llegue, el anuncio de que vamos a convertirnos en abuelas, sorprende a las que de ahora en más dejarán de ser sólo madres, para convertirse en compañeras, amigas, cómplices de aventuras; es decir, para convertirse en abuelas.
Ser abuela, es un “estatus” antes de ser un estado. En principio es un concepto, al igual que la maternidad. Y al igual que la maternidad, la primera vez que sucede, nos transforma de manera inevitable.
Otras sensaciones.
Pasada la emoción inicial, surge un sentimiento de aprehensión durante la espera por el que todas las futuras abuelas atraviesan. Estos sentimientos también son inevitables.
Miedo a no estar a la altura, a no poder actuar, a no saber qué hacer… Todo eso también pasa. Las abuelas se dejan llevar por el instinto. Nada mejor que despojarse de los prejuicios e ir al encuentro de este nuevo ser que llega a nuestras vidas para cambiarlas por completo.
“Cuando lo vi, cuenta Clara, lo tomé en mis brazos y fue impresionante. Una sensación tan fuerte, que no sé cómo explicar. Fue como estar en el lugar correcto y en el momento justo. Me sentí invadida por una enorme dulzura.”
¡Llamamos “abuelas” a las señoras mayores!
Ser abuela, también está asociado a la edad y la inactividad. ¡Nada de eso! Las abuelas de hoy, son muy diferentes de las de hace 50 años. Siguen conservando el mismo espíritu, pero estas nuevas abuelas son mujeres que trabajan y que invierten su tiempo en cosas productivas.
Es cierto que conforme pasa el tiempo, tenemos menos energías y nos sentimos más cansadas, pero ser abuelas también puede incluirse en nuestra agenda diaria. Por otra parte, una de las ventajas de la edad, es que podemos mantenernos más serenas que nuestras hijas y sabemos elegir mejor las prioridades. Aprendemos a invertir la energía y tenemos claro en qué cosas no debemos desperdiciarla.
Ser abuela es también reforzar nuestro rol de madre, más que renunciar a él. Se aborda la maternidad desde otro aspecto, se analiza desde otra perspectiva. Esto nos permite relacionarnos y unirnos de una manera diferente con nuestros hijos.
El arte de ser abuela en 5 pasos.
Convertirse en abuela por primera vez, puede ser emocionante, pero también puede generar miedos y angustias si no sabemos bien cómo actuar o qué se espera de nosotras.
Estas son 5 condiciones que debe cumplir una abuela para destacar en su “nuevo trabajo”.

Nuevos sentimientos, ser abuela por primera vez
“Yo me lo esperaba, recuerda Clara, pero cuando mi hija me dijo que iba a ser abuela, no podía creerlo. Me deshice en lágrimas, la abracé, la besé y no sé cuántas veces le pregunté si era cierto.”
En efecto, aun cuando esperamos que ese momento llegue, el anuncio de que vamos a convertirnos en abuelas, sorprende a las que de ahora en más dejarán de ser sólo madres, para convertirse en compañeras, amigas, cómplices de aventuras; es decir, para convertirse en abuelas.
Ser abuela, es un “estatus” antes de ser un estado. En principio es un concepto, al igual que la maternidad. Y al igual que la maternidad, la primera vez que sucede, nos transforma de manera inevitable.
Otras sensaciones.
Pasada la emoción inicial, surge un sentimiento de aprehensión durante la espera por el que todas las futuras abuelas atraviesan. Estos sentimientos también son inevitables.
Miedo a no estar a la altura, a no poder actuar, a no saber qué hacer… Todo eso también pasa. Las abuelas se dejan llevar por el instinto. Nada mejor que despojarse de los prejuicios e ir al encuentro de este nuevo ser que llega a nuestras vidas para cambiarlas por completo.
“Cuando lo vi, cuenta Clara, lo tomé en mis brazos y fue impresionante. Una sensación tan fuerte, que no sé cómo explicar. Fue como estar en el lugar correcto y en el momento justo. Me sentí invadida por una enorme dulzura.”
¡Llamamos “abuelas” a las señoras mayores!
Ser abuela, también está asociado a la edad y la inactividad. ¡Nada de eso! Las abuelas de hoy, son muy diferentes de las de hace 50 años. Siguen conservando el mismo espíritu, pero estas nuevas abuelas son mujeres que trabajan y que invierten su tiempo en cosas productivas.
Es cierto que conforme pasa el tiempo, tenemos menos energías y nos sentimos más cansadas, pero ser abuelas también puede incluirse en nuestra agenda diaria. Por otra parte, una de las ventajas de la edad, es que podemos mantenernos más serenas que nuestras hijas y sabemos elegir mejor las prioridades. Aprendemos a invertir la energía y tenemos claro en qué cosas no debemos desperdiciarla.
Ser abuela es también reforzar nuestro rol de madre, más que renunciar a él. Se aborda la maternidad desde otro aspecto, se analiza desde otra perspectiva. Esto nos permite relacionarnos y unirnos de una manera diferente con nuestros hijos.
El arte de ser abuela en 5 pasos.
Convertirse en abuela por primera vez, puede ser emocionante, pero también puede generar miedos y angustias si no sabemos bien cómo actuar o qué se espera de nosotras.
Estas son 5 condiciones que debe cumplir una abuela para destacar en su “nuevo trabajo”.









1) Abuela “comodín”.
Lo primero que esperamos de la nueva abuela, es que nos asista en los primeros momentos que suelen ser caóticos. En estos casos, la abuela juega el rol de “comodín”, ocupando varios espacios.
Aunque debemos tener presente que las nuevas generaciones ven las cosas de otra manera y esto debe ser respetado, las nuevas abuelas pueden guiar, aconsejar y recomendar siempre que se les pida.
Preparar el almuerzo o la cena, ir a la farmacia, hacer las compras o incluso colaborar con alguna tarea doméstica de rutina, representa una ayuda invaluable para los nuevos papás.
2) Abuela generosa.
Además de la invaluable actitud de estar presente, la abuela puede ocuparse de un regalo para la nueva mamá, como ser un camisón o un pijama y una guía de recetas saludables y sobre todo fáciles, para el papá. ¡Gracias, abuela!
3) Abuela creativa.
Si los nuevos papás tienen la suerte y la bendición de contar con todo lo necesario, la abuela creativa puede ocuparse del orden y la limpieza, de clasificar los regalos recibidos y de recibir a los visitantes.
4) Abuela dispuesta.
Muchas nuevas mamás son reticentes a pedir ayuda porque creen que deben poder con todo. Lo cierto es que no siempre se puede con todo, porque un integrante nuevo en la familia demanda mucho trabajo y tiempo.
Los nuevos papás a menudo no tienen tiempo para descansar. O bien están cuidando del bebé o aprovechan los momentos en que duermen para mantener la rutina de la casa.
La abuela dispuesta, puede sugerir cuidar al recién nacido durante un par de horas para que mamá y papá puedan descansar, dormir o incluso salir a tomar aire durante un rato. ¡Esto representa una gran ayuda!
5) Abuela atenta.
Las abuelas debemos superar cualquier tipo de malestar en caso de que nuestros hijos o hijas no acepten muchos consejos o directamente no los pidan. Recuerden cuando fueron mamás y esperaban hacer las cosas a su manera. Es preferible estar atenta a lo que pueda surgir naturalmente y pensar en qué cosas necesitaban cuando fueron madres por primera vez.
¿Y tú? ¿Qué consejos podrías darle a una futura abuela?
¡No dejes de compartir y de dejar tus comentarios!

Nuevos sentimientos, ser abuela por primera vez

“Yo me lo esperaba, recuerda Clara, pero cuando mi hija me dijo que iba a ser abuela, no podía creerlo. Me deshice en lágrimas, la abracé, la besé y no sé cuántas veces le pregunté si era cierto.”
En efecto, aun cuando esperamos que ese momento llegue, el anuncio de que vamos a convertirnos en abuelas, sorprende a las que de ahora en más dejarán de ser sólo madres, para convertirse en compañeras, amigas, cómplices de aventuras; es decir, para convertirse en abuelas.
Ser abuela, es un “estatus” antes de ser un estado. En principio es un concepto, al igual que la maternidad. Y al igual que la maternidad, la primera vez que sucede, nos transforma de manera inevitable.
Otras sensaciones.
Pasada la emoción inicial, surge un sentimiento de aprehensión durante la espera por el que todas las futuras abuelas atraviesan. Estos sentimientos también son inevitables.
Miedo a no estar a la altura, a no poder actuar, a no saber qué hacer… Todo eso también pasa. Las abuelas se dejan llevar por el instinto. Nada mejor que despojarse de los prejuicios e ir al encuentro de este nuevo ser que llega a nuestras vidas para cambiarlas por completo.
“Cuando lo vi, cuenta Clara, lo tomé en mis brazos y fue impresionante. Una sensación tan fuerte, que no sé cómo explicar. Fue como estar en el lugar correcto y en el momento justo. Me sentí invadida por una enorme dulzura.”
¡Llamamos “abuelas” a las señoras mayores!
Ser abuela, también está asociado a la edad y la inactividad. ¡Nada de eso! Las abuelas de hoy, son muy diferentes de las de hace 50 años. Siguen conservando el mismo espíritu, pero estas nuevas abuelas son mujeres que trabajan y que invierten su tiempo en cosas productivas.
Es cierto que conforme pasa el tiempo, tenemos menos energías y nos sentimos más cansadas, pero ser abuelas también puede incluirse en nuestra agenda diaria. Por otra parte, una de las ventajas de la edad, es que podemos mantenernos más serenas que nuestras hijas y sabemos elegir mejor las prioridades. Aprendemos a invertir la energía y tenemos claro en qué cosas no debemos desperdiciarla.
Ser abuela es también reforzar nuestro rol de madre, más que renunciar a él. Se aborda la maternidad desde otro aspecto, se analiza desde otra perspectiva. Esto nos permite relacionarnos y unirnos de una manera diferente con nuestros hijos.
El arte de ser abuela en 5 pasos.
Convertirse en abuela por primera vez, puede ser emocionante, pero también puede generar miedos y angustias si no sabemos bien cómo actuar o qué se espera de nosotras.
Estas son 5 condiciones que debe cumplir una abuela para destacar en su “nuevo trabajo”.

Nuevos sentimientos, ser abuela por primera vez
“Yo me lo esperaba, recuerda Clara, pero cuando mi hija me dijo que iba a ser abuela, no podía creerlo. Me deshice en lágrimas, la abracé, la besé y no sé cuántas veces le pregunté si era cierto.”
En efecto, aun cuando esperamos que ese momento llegue, el anuncio de que vamos a convertirnos en abuelas, sorprende a las que de ahora en más dejarán de ser sólo madres, para convertirse en compañeras, amigas, cómplices de aventuras; es decir, para convertirse en abuelas.
Ser abuela, es un “estatus” antes de ser un estado. En principio es un concepto, al igual que la maternidad. Y al igual que la maternidad, la primera vez que sucede, nos transforma de manera inevitable.
Otras sensaciones.
Pasada la emoción inicial, surge un sentimiento de aprehensión durante la espera por el que todas las futuras abuelas atraviesan. Estos sentimientos también son inevitables.
Miedo a no estar a la altura, a no poder actuar, a no saber qué hacer… Todo eso también pasa. Las abuelas se dejan llevar por el instinto. Nada mejor que despojarse de los prejuicios e ir al encuentro de este nuevo ser que llega a nuestras vidas para cambiarlas por completo.
“Cuando lo vi, cuenta Clara, lo tomé en mis brazos y fue impresionante. Una sensación tan fuerte, que no sé cómo explicar. Fue como estar en el lugar correcto y en el momento justo. Me sentí invadida por una enorme dulzura.”
¡Llamamos “abuelas” a las señoras mayores!
Ser abuela, también está asociado a la edad y la inactividad. ¡Nada de eso! Las abuelas de hoy, son muy diferentes de las de hace 50 años. Siguen conservando el mismo espíritu, pero estas nuevas abuelas son mujeres que trabajan y que invierten su tiempo en cosas productivas.
Es cierto que conforme pasa el tiempo, tenemos menos energías y nos sentimos más cansadas, pero ser abuelas también puede incluirse en nuestra agenda diaria. Por otra parte, una de las ventajas de la edad, es que podemos mantenernos más serenas que nuestras hijas y sabemos elegir mejor las prioridades. Aprendemos a invertir la energía y tenemos claro en qué cosas no debemos desperdiciarla.
Ser abuela es también reforzar nuestro rol de madre, más que renunciar a él. Se aborda la maternidad desde otro aspecto, se analiza desde otra perspectiva. Esto nos permite relacionarnos y unirnos de una manera diferente con nuestros hijos.
El arte de ser abuela en 5 pasos.
Convertirse en abuela por primera vez, puede ser emocionante, pero también puede generar miedos y angustias si no sabemos bien cómo actuar o qué se espera de nosotras.
Estas son 5 condiciones que debe cumplir una abuela para destacar en su “nuevo trabajo”.









1) Abuela “comodín”.
Lo primero que esperamos de la nueva abuela, es que nos asista en los primeros momentos que suelen ser caóticos. En estos casos, la abuela juega el rol de “comodín”, ocupando varios espacios.
Aunque debemos tener presente que las nuevas generaciones ven las cosas de otra manera y esto debe ser respetado, las nuevas abuelas pueden guiar, aconsejar y recomendar siempre que se les pida.
Preparar el almuerzo o la cena, ir a la farmacia, hacer las compras o incluso colaborar con alguna tarea doméstica de rutina, representa una ayuda invaluable para los nuevos papás.
2) Abuela generosa.
Además de la invaluable actitud de estar presente, la abuela puede ocuparse de un regalo para la nueva mamá, como ser un camisón o un pijama y una guía de recetas saludables y sobre todo fáciles, para el papá. ¡Gracias, abuela!
3) Abuela creativa.
Si los nuevos papás tienen la suerte y la bendición de contar con todo lo necesario, la abuela creativa puede ocuparse del orden y la limpieza, de clasificar los regalos recibidos y de recibir a los visitantes.
4) Abuela dispuesta.
Muchas nuevas mamás son reticentes a pedir ayuda porque creen que deben poder con todo. Lo cierto es que no siempre se puede con todo, porque un integrante nuevo en la familia demanda mucho trabajo y tiempo.
Los nuevos papás a menudo no tienen tiempo para descansar. O bien están cuidando del bebé o aprovechan los momentos en que duermen para mantener la rutina de la casa.
La abuela dispuesta, puede sugerir cuidar al recién nacido durante un par de horas para que mamá y papá puedan descansar, dormir o incluso salir a tomar aire durante un rato. ¡Esto representa una gran ayuda!
5) Abuela atenta.
Las abuelas debemos superar cualquier tipo de malestar en caso de que nuestros hijos o hijas no acepten muchos consejos o directamente no los pidan. Recuerden cuando fueron mamás y esperaban hacer las cosas a su manera. Es preferible estar atenta a lo que pueda surgir naturalmente y pensar en qué cosas necesitaban cuando fueron madres por primera vez.
¿Y tú? ¿Qué consejos podrías darle a una futura abuela?
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